En 1956 James Vicary, un famoso publicitario procedente de EE.UU., intercaló dos fotogramas en una película que se estaba proyectando en un cine. Un fotograma correspondía a un anuncio de la marca de refrescos Coca-Cola y el otro era una fotografía de palomitas de maíz (“Bebe Coca-Cola”, “Come palomitas”).

Ninguno de los espectadores que estaba asistiendo a la reposición de la película se percató de la inserción de los fotogramas, pero los resultados que tuvieron fueron increíbles, se incrementó la venta de refrescos un 18% y un 58% la venta de palomitas de maíz. Era el nacimiento de lo que se pasó a denominar Publicidad subliminal.

Los mensajes subliminales en la publicidad son aquellos que recibimos por debajo de los umbrales de percepción, por lo que el receptor no percibe estos mensajes de forma consciente sino inconsciente, la propaganda subliminal es percibida con el subconsciente. Esta premisa es desde la que parten sus detractores que aseguran que este tipo de anuncios publicitarios con mensajes subliminales  influye directamente en la voluntad del espectador, aunque no determinan su comportamiento exactamente, sí que pueden ejercer una influencia clara. Recordemos que a mayor consciencia del individuo, menor será la manipulación.

Cuando se incluyen mensajes subliminales en anuncios publicitarios se pretende llegar al subconsciente, a través de estímulos inconscientes se intenta variar los comportamientos del espectador para que llegue a ser consumidor, respondiendo así a los intereses de quienes están comunicando subliminalmente con fines comerciales.

Hay que decir que actualmente los mensajes subliminales en la publicidad están prohibidos. Según la Ley General de la Publicidad de 1988 la publicidad subliminal es definida como publicidad ilícita prohibiendo su utilización parcial o total.

Algunos ejemplos de publicidad subliminal son los realizados por Disney  que introduce la figura de su personaje principal Mickey Mouse en muchas de sus películas para reforzar así la marca Disney. Veamos ahora la publicidad subliminal y ejemplos reales como es el famoso caso de la marca de tabaco Camel donde vemos claramente la publicidad subliminal en ejemplo, la pata trasera del camello esconde una forma humana con genitales masculinos.

Ahora que conocemos exactamente qué es la publicidad subliminal veamos un ejemplo de mensajes subliminales en publicidad comercial como es el anuncio de ketchup Heinz donde podemos ver cómo el kétchup al caer forma un pollo asado.

Hay varias tipologías dentro de lo que entendemos como publicidad subliminal, en todos los casos se pretende manipular el inconsciente de la persona impactada, se busca influenciarlo emocionalmente para que actúe como a la marca le convenga. Los anuncios con mensajes publicitarios más habituales son los que utilizan imágenes escondidas en otra imagen, como es el caso ya explicado de Disney; las ilusiones usando líneas visuales que crean  otras figuras en la imagen; imágenes con doble sentido o emisiones de imágenes y sonidos de ultra frecuencia, es decir, a mayor velocidad de la que el cuerpo humano puede percibir, como ejemplo podemos mencionar el citado caso de James Vicary.

Hay que tener cuidado en no confundir la publicidad subliminal con la publicidad asociativa. La publicidad asociativa se caracteriza por diseñar los anuncios y mensajes publicitarios de forma que se asocie el producto publicitado con personas u otros objetos determinados, por ejemplo, para vender perfumes la marca Chanel asocia sus productos con mujeres elegantes, guapas y exitosas. La publicidad asociativa no sólo es legal sino que es muy utilizada, es habitual encontrarnos recursos asociativos en publicidad exterior o en medios.

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