Es de sobra conocido que el marketing del vino está cobrando una mayor relevancia para los bodegueros, por eso cada vez son más las marcas que se suben a este barco, conscientes de la importancia que tiene la imagen del vino para el consumidor. Pero no basta con “hacer marketing” por hacer, simplemente porque todos lo hacen, sino que hay que saber cómo enfocarlo y sobre todo cómo sacarle provecho y rentabilidad.

La importancia del marketing del vino proviene de la calidad de este producto. Actualmente los vinos son cada día de superior calidad y a raíz de eso, se busca convertir el negocio del vino en un modelo de negocio sostenible.

Hoy por hoy, los millennials ya forman parte público objetivo a conquistar, agrupaciones como Jovenes por el Vino son un claro ejemplo de esto último, pero por otro lado, después de unos años difíciles, el sector vinícola está comenzando a despegar, lo que aumenta la competencia frente a un mercado cada vez más amplio, internacional y exigente, existen muchas bodegas, muchas denominaciones de origen y muchas marcas, tanto en España, como en el extranjero.

Además de la promoción en eventos, hay que prestar especial atención al diseño de tiendas online para bodegas, ya que el 20% de las bodegas ya ofrecen sus productos a través de la web. Un porcentaje que se ha duplicado en los últimos siete años y cada vez va a más. Pero no se trata solo de construir una tienda online, sino también, de atenderla correctamente por medio de un adecuado eCommerce que la haga rentable de verdad.

¿Por qué es importante el marketing en el sector del vino?

Se trata de un sector atomizado en algunas zonas, hay muchas marcas y muchas regiones vitivinícolas por lo que es muy importante diferenciarse. Por eso hay que seguir las tendencias, ofrecer productos nuevos, además de buscar nuevos clientes y mercados para poder seguir creciendo y no ser irrelevantes.

Dentro del marketing vitivinícola se está apostando por diferentes eventos que ayuden a mejorar el posicionamiento de marca de las bodegas, es decir el marketing experiencial. Es el caso por ejemplo de la fiesta del vino en Cambados, más conocida como la Festa do Albariño 2018.

Esta fiesta del vino de Galicia es un claro ejemplo de marketing eno-gastronómico, ya que es uno de los mejores escenarios para hacer promoción de producto en un ambiente en el que la gente está receptiva y dispuesta a probar cosas nuevas, por lo que debemos de caminar hacia un evento profesional que no se quede únicamente en una fiesta local.

 

Así lo afirmaba Manuel Méndez de la Bodega Pazo do Mar en referencia a la promoción de su bodega en la Fiesta del Albariño: “es el principal escaparate dentro de la D.O. Rias Baixas, es nuestro primer año aquí”. Por otro lado, Eva Somoza, de la Bodega Terras de Asorei que lleva 10 años asistiendo a este evento, destaca que es una fiesta muy bien situada por el entorno en el que se encuentra.

Pablo Padín, el representante de una de las bodegas más antiguas en este evento cuenta que esta actividad supone “un punto de encuentro” con todo el público de su bodega. Desde distribuidores, clientes, viticultores, clientes, gente que busca probar marcas nuevas…

El plan de marketing de una marca en general o el plan de marketing del vino debe incluir de forma muy especial al marketing de experiencias y al marketing de emociones. No se trata de vender humo ni atributos, sino de transmitir valores, valores y emociones, además de vivir experiencias enriquecedoras.

¿Por qué el plan de marketing debe ser experiencial o emocional?

• Los clientes se quedan con aquellas marcas que le ofrecen vivir experiencias o le hacen sentir emociones. Las marcas planas son cosas del siglo XX. Los túneles de vino son una experiencia diferente para los seguidores del vino.
• Ayuda a conectar con tu público. Primero debes saber qué es lo que mueve a tu público y ofrecerles exactamente lo que demandan. Los amantes del vino lo son también de todo lo que rodea la experiencia. Un lugar bonito, una disposición de elementos ordenada y coherente, o ambiente relajado y limpio. Todos estos aspectos enriquecerán su experiencia dejándole un mejor sabor de boca.
• Muestra tu mejor cara. Los clientes no buscan una marca cualquiera, sino una marca amiga que esté presente en su vida. Sé amigo de tus clientes acercándote a ellos, personaliza los eventos para tus asistentes, que se sientan queridos.
• Genera confianza. Los eventos ayudan a fidelizar clientes  ya que sienten que la marca hace cosas por y para ellos. Crea merchandising para repartir como son sacacorchos, fundas enfriadoras, aireadores… pero sobre todo, genera engagement.

Aunque verdaderamente existen infinidad de beneficios de enfocar el marketing a un ámbito experiencial y emocional, tenemos que pensar siempre en los winelovers, poniéndolos siempre en el centro de la acción

¿Qué aporta un evento como la fiesta del vino Rías Baixas?

• Promoción. Un escenario idóneo para la promoción nuevos productos como la producción de marcas, algunas nuevas dentro de la bodega, o incluso relanzar otras con un cambio de cara, de packaging o rebranding.
• Fidelización. Es un buen momento para establecer relación con los clientes, acercarlos a la marca y a su filosofía de una forma cercana y personal. Genera leads de calidad con clientes potenciales que realmente están interesados en tu producto.
• Contactos. Consigue contactos con proveedores, con grandes clientes o con distribuidores, así como con la prensa especializada.
• Prescriptores. Aprovecha el fenómeno influencer y cuenta con profesionales del vino para que representen a tu marca. No existe nada tan impactante como que un crítico recomiende tu marca.

Los beneficios de un evento u otro van a depender de la naturalidad de este; es decir, puede ser un evento enfocado a la promoción en redes sociales o a la cata de nuevos vinos, un evento privado o compartido con otras marcas… todo dependerá del plan de marketing de la marca y de las estrategias que quiera seguir. Y todo esto se puede realizar coordinando acciones con las fiestas locales.

Este tipo de eventos, como es el Albariño, suelen ir incluidos con una cata de profesionales que otorgan el reconocimiento a los tres mejores productos, con la promoción que eso supone a nivel publicitario, algo que se lleva haciendo desde hace décadas.

Los ganadores de la edición de este año han sido:

Medalla de Oro: Pazo de Rubianes, Bodega Pazo de Rubianes.

Medalla de Plata: La Trucha, de Garabelos Producciones Vinícolas.

Medalla de Bronce: Abadía de San Campio, de Bodegas Terras Gauda

¡Desde aquí nuestra sincera enhorabuena a todos los premiados, ya estamos esperando la fiesta del año que viene!