Corría el año 1962 cuando el Instituto Internacional del Teatro (ITI) decidió celebrar el que sería el primer Día Mundial del Teatro. Desde ese 27 de marzo, personalidades de la talla de Jean Cocteau, Arhtur Miller o Laurence Olivier comparten su mensaje sobre el Teatro y la Cultura de la Paz con todos los teatros pertenecientes al ITI. Además, se llevan a cabo acciones promocionales y espectáculos callejeros en más de 100 ciudades, como por ejemplo la Noche de los Teatros que tendrá lugar en Madrid hoy.
Desde Plan B hemos querido realizar un pequeño homenaje a este arte tan castigado por la crisis y por la subida del IVA cultural recopilando 3 campañas de publicidad que utilizan la creatividad y el ingenio para atraer al público a las salas. «En realidad no hay nada que pueda revelar tantas pasiones como el teatro», afirma Krystztof Warlikowski, encargado de escribir el mensaje para el Día Mundial del Teatro de este año…salvo quizás la publicidad.
1. Pay Per Laugh:
Realizada por McAnn/Cyranos para Teatreneu, esta inteligente campaña recicla el concepto de Pay Per View propio de la televisión de pago para aplicarlo a las comedias teatrales de una manera absolutamente revolucionaria: si no te ríes, no pagas. Utilizando tecnologías de reconocimiento facial, el teatro cobra a los espectadores únicamente por cada vez que se rían (30 céntimos por sonrisa). Los resultados no se hicieron esperar: salas llenas, una media de 6€ más por entrada, noticias en prensa, 8 leones en el Festival de Cannes y numerosas salas de teatro interesándose por la idea. Más que una campaña de publicidad convencional, lo que hizo Cyranos McAnn fue darle la vuelta al modelo de negocio imperante en las salas de teatro para convertirlo en un auténtico sistema «value money» (pagas sólo en función del valor que te aporta un producto o servicio).
2. Zanahorias por entradas de teatro:
Más que una campaña de publicidad, casi podríamos llamar marketing de guerrilla a la acción emprendida en 2012 por el Teatro Bescanó como medida para sortear los estragos causados por la subida del IVA cultural al 21%. La idea es sencilla, pero no por ello menos ingeniosa: los espectadores pagan el 4% del IVA que se aplica a la zanahoria y reciben una entrada «de regalo» para el espectáculo «Suicides», de PocaCosa. El claim: «la cultura no es un lujo«. Los resultados: numerosas noticias en medios de comunicació, un éxito absoluto en redes sociales y llenos en todas las sesiones. «Zanahorias agotadas», señores.
3. «hey boy, hey girl» de la joven compañía:
¿»Romeo y Julieta» versión «Gandía Shore»? ¿Canis y chonis pervirtiendo las palabras de Shakespeare para volver a traer a los jóvenes a las salas? ¿Por qué no? Los ingredientes para el éxito de esta producción de La Joven Compañía ya estaban ahí, pero si a eso le sumas una excelente campaña de comunicación en redes sociales, una serie de provocativos teasers tipo reality show de producción impecable y una aparición estelar en el programa de Alaska y Segura, pues…como diría alguno de los personajes de la obra, «lo petas». ¿Los resultados? Adolescentes llenando las salas del Teatro Conde Duque a diario, apariciones constantes en prensa, miles de seguidores en Facebook y Twitter y un merecidísimo premio Ojo Crítico de Teatro para el explosivo montaje dirigido por José Luis Arellano.